miércoles, 1 de octubre de 2008

La fe, una moneda de dos caras

Cuantas veces no creemos que la fe, una fe profunda que nos haga seres espirituales, nos hara mejores personas, hara de nuestras sociedades, unas comunidades màs sanas y por consiguiente a nuestras ciudades centros de paz y armonia. Pero què pasa cuando esa fe es fundamental y sus fieles son fanaticos, còmo se vuelven esas sociedades, què pasa con las ciudades.

No hay comentarios: